
Aragón Despierta solicita al Gobierno de Aragón una normativa específica para la protección de los olivos centenarios y milenarios aragoneses. Estos olivos suponen una auténtica seña de identidad de extensos territorios aragoneses, como en el Bajo Aragón, y se encuentran en peligro con el progresivo abandono del olivar tradicional por causas diversas. Además, estos olivos con siglos e incluso milenios de vida, suponen un valioso patrimonio natural y cultural de la Comunidad, además de formar parte del hábitat de amplias zonas aragonesas.
Comunidades Autónomas como Valencia y Cataluña han procedido ya a proteger sus olivos centenarios y milenarios. En el caso Valenciano, la protección normativa existe desde 2006. En el caso de Cataluña han aprobado con amplísimo consenso una Ley que, por ejemplo, protege al olivo que tenga un perímetro de tronco igual o superior a los 350 centímetros medido a una altura de 130 centímetros del suelo o que bien que tenga una edad superior a los 350 años. Ambas establecen un régimen de protección y sancionador que regulan la materia. Junto a ello, deberían establecerse en Aragón, ayudas para favorecer a los propietarios de este tipo de árboles en su conservación y mantenimiento.
En Aragón existe un Catálogo de Árboles Monumentales, pero es insuficiente. Dicho catálogo fue creado Mediante el Decreto 27/2015, de 24 de febrero, del Gobierno de Aragón, por el que se regula el Catálogo de árboles y arboledas singulares de Aragón (BOA, de 4 de marzo de 2015). En el mismo se define la figura de Árbol Singular y de Arboleda Singular, y se fija el procedimiento para su declaración e inclusión en el Catálogo, así como para su exclusión. Establece que cuando esté debidamente justificado se podrá considerar a determinados Árboles y Arboledas Singulares como Monumentos Naturales. Determina los efectos de la inclusión en un árbol o arboleda en el Catálogo, y fija su régimen de protección, de acceso público y ayudas.
El valor natural y cultural de estos olivos centenarios y milenarios es más que evidente. Además, pueden resultar un bello revulsivo turístico en algunas zonas aragonesas.